ENTRETELONES DE UNA CARRERA

Sin duda que ver a un caballo correr en las pistas de un hipódromo es un gran espectáculo. Pero para llegar a este momento, se debe recorrer todo un proceso que es parte de eso que muchos llaman el backstage de una carrera.

Todo comienza cuando un cuidador o llevador transporta al caballo desde los corrales hasta la zona en donde se pasea al ejemplar para transmitirle calma. Es en este primer sector en donde además se registra su peso con una pesa digital, que arrojará toda la información necesaria que se requerirá para los apostadores, los propietarios y para el detalle que se utiliza en la televisión cuando se informa acerca de las cualidades de cada caballo que va a correr.

A este sector los caballos llegan con dos carreras de anticipación, ello con el fin de evitar que se pongan nerviosos. En esta zona existen boxes en donde también pueden esperar, lo que por lo general hacen aquellos  caballos que son  más dóciles.

Mientras esto sucede,  en el interior de una antigua casona que aún guarda los vestigios de lo que es la arquitectura emblemática del Valparaíso Sporting, se produce toda la preparación de jinetes. Allí hay salas especialmente acondicionadas para que estos guarden sus trajes y todas la indumentaria que van a requerir para la carrera, y una sala especialmente habilitada para las jocketas. Existe una pesa romana en donde pueden controlar el peso. Cabe recordar que un peso promedio de los jinetes bordea los 55 Kg. Existe, además,  un sauna  que les permite disminuir peso en caso de que así se requiera.

 Siguiendo por el recorrido, se cruza por una sala en donde se guardan los mandiles y se reparten  de acuerdo a los pesos que se van a necesitar para la carrera. Además, es el momento en donde se hace entrega de la fusta.

Jinete preparado y caballo ensillado,  es el momento entonces de dar las últimas órdenes antes de la carrera, proceso que se lleva a cabo en el sector de la Troya. Con esto listo, es el turno de montar el caballo y enfilar rumbo al partidor.

Una vez terminada la carrera, los jinetes regresan a las instalaciones en donde comenzaron con todo el proceso. Los caballos son devueltos a sus corrales, en tanto los jinetes vuelven a ser pesados. Cuando se trata de un clásico de importancia, se efectúa un examen antidoping  a los 4 primeros lugares, para lo cual existen salas equipadas de acuerdo a los protocolos exigidos.

Existe una instancia final con una sala de comisarios, en la cual se acogen los reclamos y se toman medidas en caso de ser necesarias. Allí se escriben las actas en donde se deja registro de todo. Los comisarios  son la autoridad mayor en hípica. Existe también un coordinador que sirve de nexo entre comisarios y los diferentes jueces.

En este espacio existe la figura de otro personaje importante que es el encargado de la toma de cuenta, que son  constancias que no llegan a pasar a un reclamo.

Finalmente, el circuito no estaría completo sin un policlínico para atender las urgencias o entregar primeros auxilios frente a un accidente.  Acá los jinetes deben pasar por un chequeo médico previo a cada carrera y con ese certificado se dirigen posteriormente a la sala de pesaje.

De esta manera, existen diversos pasos que se producen antes de que el caballo ingrese en la pista de carrera.  Son  muchos los personajes que trabajan de forma coordinada y anónima, lo que finalmente se traduce en ese espectáculo hípico que cautiva y que  mueve pasiones. Son trabajos que merecen, sin duda, ser reconocidos.